miércoles, 17 de septiembre de 2014

Un profeta en su tierra



Dice un adagio que nadie es profeta en su tierra, pero también hay otro que afirma lo siguiente; toda regla tiene su excepción. Y en esta ocasión, la excepción tiene nombre y apellido; Carlos Suárez, reconocido enófilo (amante del vino y su cultura) de Bolivia, quien el pasado jueves 10 de septiembre ha sido posesionado como el nuevo decano del cuerpo diplomático en Bolivia, de la afamada marca de vinos “Don Melchor”, que forma parte del portafolio Premium de la bodega chilena “Concha y Toro”, con presencia en más de ciento treinta países alrededor del globo, lo que la convierte en una de las 10 bodegas más grandes y poderosas a escala planetaria.




 
 
Dada la importancia del solemne acto, se traslado a Santa Cruz el Export Manager de Don Melchor; Juan Pablo Consiglio, para posesionar como Brand Ambassador de “Don Melchor” a Carlos Suárez, quien ejercerá sus funciones diplomáticas desde su embajada, ubicada en la calle Chuquisaca N° 502, esquina Manuel Ignacio Salvatierra, donde también funciona el restaurante Michelangelo.

Como no podía ser de otra manera, la posesión se realizo con una cata vertical de tres vinos del extenso portafolio de la bodega Concha y Toro, en la que el actor principal fue Don Melchor Cabernet Sauvignon 2009.




Para ir entrando en calor, mientras los invitados llegaban y ocupaban sus butacas en la sala de cata, como aperitivo, disfrutamos de un vino espumante de la línea Casillero del Diablo, un Brut Reserva, elaborado mayoritariamente en base a Chardonay y según pude indagar, tiene un toque de Pinot Noir. 


El sparkling en cuestión, me pareció en nariz un vino con notas cítricas de manzana verde que se combinaban bastante bien con notas minerales, en boca gracias a que se trataba de un Brut, poseía un nivel muy bajo de dulzor, por el contrario contaba con una buena aspereza, al mismo tiempo que cumplía su promesa de ser un vino cítrico y mineral, dejando un final medio en notas retro-nasales.  



Una vez instalados en la mesa de cata, maridamos este vino con un “Coctel de Camarones de la Casa”, que venía con una salsa blanca de dulzor medio, por lo que resulto ser un excelente maridaje de contraste.



Acto seguido, llego la hora de valorar el vino insignia de la noche, Don Melchor, por lo que Juan Pablo Consiglio procedió a develarnos los secretos que han hecho de este vino, el vino chileno con los puntajes más altos otorgados en la historia por Wine Spectator, a continuación el detalle.





 
El origen de Don Melchor, es el viñedo de Puente Alto, ubicado en el afamado Valle del Maipo, Chile, el viñedo consta de 127 hectáreas, dedicadas exclusivamente a la vinificación para la elaboración de “Don Melchor”. De las 127 hectáreas, 120 son dedicadas a la producción de Cabernet Sauvignon, con vides que promedian más de 30 años de edad, las 7 hectáreas restantes son dedicadas a la producción de Cabernet Franc. El viñedo, de acuerdo a un estudio satelital ha sido dividido en siete parcelas que se denominan cuarteles. En este sentido, Juan Pablo Consiglio, nos indica que se trabaja y vinifica de manera independiente en cada uno de los cuarteles. 

Por lo que Don Melchor es un ensamblaje de Cabernet Sauvignon proveniente de 6 cuarteles y un pequeño toque de Cabernet Franc proveniente del 7mo cuartel, se utiliza el Cabernet Franc en pequeñas proporciones para suavizar los potentes taninos del Cabernet Sauvignon.

Todos los vinos que se utilizan para ensamblar “Don Melchor”, añejan durante 15 meses en barricas de roble francés (72% nuevas y 28% de segundo uso)  y estivan en botella durante 12 meses. El ensamblaje está a Cargo del enólogo “Enrique Tirado”, quien desde 1999 es el enólogo exclusivo Don Melchor, marca ícono de la bodega Concha y Toro. Quien gracias a su senilidad enológica, le ha seguido sumado premios internacionales al ya extenso palmares de Don Melchor, siendo este hoy por hoy, uno de los  Icon Wines of Chile.








Una vez culminada la magistral explicación de Juan Pablo Consiglio, procedimos a realizar la cata de Don Melchor Cabernet Sauvignon 2009 (94 puntos by Wine Spectator), el mismo había sido oxigenado con dos horas de antelación, en unos impresionaste decantadores Riedel.

A la vista se presento de un color rubí intenso con matices violáceos, en aroma presentaba fruta roja madura y sobre madura, con chocolate y algo de tabaco, además de notas tostadas y especiadas. En boca resulto ser un vino con un buen ataque, astringencia media, con una muy buena estructura, con frutos rojos maduros, mermeladas negras, especiado, buena persistencia y un dejo de chocolate amargo.  



El maridaje fue elaborado por el anfitrión y flamante Brand Ambassador de Don Melchor, Carlos Suarez, el mismo consistió en una combinación de dos carnes; Filet Migñon al Pepe (jerez) con champiñones y Filet Migñon con salsa al vino tinto, también con champiñones, de guarnición Risotto alla Papalina, elaborado en base a una receta italiana del siglo XVIII. A mi parecer, el maridaje perfecto por complementación resulto ser el Filet Migñon con salsa al jerez, que estaba bastante especiado y tenía similar intensidad de sabores, el Risotto ayudaba bastante a refrescar el paladar.
 






Para el epílogo de una noche que ha quedado para los registros de la historia vitivinícola de Santa Cruz y Bolivia, cerramos con un vino “Late Harvest” también de Concha y Toro, de notas maravillosas a miel, piña, piel de durazno y un toque cítrico, lo maridamos con un Pie de Limón estilo Cheesecake.







Finalmente, se puede decir que ha sido un merecido reconocimiento a un prócer de la gastronomía y la cultura vitivinícola en nuestro medio, pues lleva más de 27 años promoviendo ambas cosas, deleitando los paladares de lugareños y peregrinos. Para Carlos Suarez, fue una cita con la historia y los asistentes tuvimos la edificante sensación de compartir su alegría, pues es uno de los pocos Brand Ambassador de Don Melchor en la región, un verdadero profeta en su tierra, hito logrado con méritos propios.  



Texto: Romano Paz



Despidiendo la noche con el Maestro Ramón Freixa






martes, 16 de septiembre de 2014

El sello de la perfección; 555





Si para algunos de mis amigos, el número de la bestia resulta ser el; 666, para mí, el número celestial por excelencia, durante la noche del miércoles 20 de agosto, fue él; 555. Aquella fue una épica jornada que tengo el placer de revivir y compartir con todos ustedes, así es, todos mis camaradas de armas vitivinícolas y gastronómicas, es decir, quienes somos capaces de redimirnos cuando tenemos experiencias sensoriales sublimes.



La conspiración sensorial surge debido a que la importadora y distribuidora de vinos de alta gama; Vintage, comandada por los esposos Erika Castedo y Fernando Estacio, decidieron llevar a cabo una proverbial cata horizontal de su portafolio de vinos Chateau Los Boldos. 







 
En los preparativos previos, seguramente se cuestionaron sobre; ¿qué lugar podría ser el perfecto teatro de operaciones, para detonar tan fascinante desenlace?, no creo que hayan demorado mucho en optar por el ya legendario ristorante Michelangelo, de propiedad del prócer de la vitivinicultura y la gastronomía en Santa Cruz; Carlos Suárez, paso obligado de los peregrinos gourmet que transitan por las indomables tierras grigotanas de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, ubicado en el caso viejo histórico de una ciudad vibrante que fusiona lo retro y lo moderno, y que en el mediano plazo amenaza con revolucionar la gastronomía en Bolivia.







La cata estuvo comandada por la enóloga Sandra Lelas -quien llego exclusivamente desde el vecino Chile- y el chef anfitrión Carlos Suárez, la misma se desarrollo en el siguiente orden:

 
Chateau Los Boldos, Sauvignon Blanc 2013, de color amarillo pálido con tonos verdes, notas de piña, peras, durazno y aromas a espárragos verdes. Equilibrado, de gran frescura y una muy buena acidez.

 

Chateau Los Boldos, Cabernet Sauvignon 2013, de color rubí intenso y con matice violáceos, con notas de casis, frambuesa, menta y especiado. En boca presentaba frutos rojos maduros con un final redondo y persistente.





 
Chateau Los Boldos, Carmenére 2012, de color rojo profundo con matices azulados, en nariz presentaba mermelada de mora con chocolate negro y especias. En boca como un vino frutoso, muy bien estructurado con taninos potentes y redondos. Con una final largo y persistente con un dejo de mermelada de mora.

 

Chateau Los Boldos, Merlot 2011, a la vista de profundo color rubí con tonos violáceos, nariz se mostraba especiado, con ciruelas y frambuesa. En boca presentaba frutas rojas maduras y sobre-maduras, con una muy buena astringencia y notas provenientes de su paso por barricas de  roble francés muy elegante, suave y delicado en boca, con un final aterciopelado.



 




Chateau Los Boldos Grand Cru, Cabernet Sauvignon 2011, de color rojo oscuro muy intenso, en nariz se presentaba con notas muy intensas de casis, cedro y tabaco. En boca presentaba frutos negros y rojos maduros con una extraordinaria estructura tánica, un vino con mucho ataque, persistencia y un final armonioso y placentero.

  





 




Fue un intenso pero memorable training gastronómico y vitivinícola, en el que tanto comensales como anfitriones disfrutamos de la atención del Sommelier Oswaldo -con más de 20 años de experiencia- y nos redimimos con 5 grandes vinos, 5 delicias gourmet y de una noche 5 estrellas, una perfecta noche 555.





Texto: Romano Paz

 Cerrando la noche con un fraternal abrazo con Oswaldo


Una última postal de una noche mágica en la que no falto la buena charla



jueves, 27 de marzo de 2014

Mes del Aqua Vitae (Whisky) en el IC Norte



Durante el mes de marzo de 2014, los días jueves, viernes y sábado; en IC Norte como es de costumbre, estuvimos en compañía de mucha gente linda, con todos aquellos que se asomaron a nuestros enclave, hicimos un viaje metafórico en el que la primera escala fue Tennesse en USA, para luego dar saltos cuánticos hacia Irlanda y luego hacia las tierras de los míticos clanes Celtas que desde tiempos inmemoriales habitan la actual Escocia, ciudadanos que por cierto este año en un referéndum dirimirán sobre su independencia y/o permanencia en el Reino Unido, si William Wallace estuviera vivo, gritaría a los cuatro vientos; INDEPENDENCE, pero los tiempo so otros, bueno a lo nuestro. 


En este último maravilloso país deambulamos por sus cuatro macro regiones; sus más de 300 islas (con sus whiskies mayormente ahumados), las tierras altas (con sus whiskies de cereal), las tierras bajas (con sus whiskies de grano) y finalmente la emblemática región de Speyside, páramo donde se destilan y añejan a mí entender las mejores maltas de este globo. 


Demás está decir que fuimos tras los pasos de algunas inmortales promesas doradas, el whisky y el whiskey en sus principales estilos: americano, de una sola destilación y mayormente hecho a base de maíz, irlandés, de triple destilación y mayormente hecho en base a trigo y finalmente escocés, de doble destilación y hecho mayormente en base a cebada, este último es el único que ostenta el denominativo de whisky y es el que presenta la mayor cantidad de etiquetas gracias que Escocia tiene instaladas más de 100 destilerías, de este sus principales variedades son el Single Malt y Blend Scotch Whisky.


Finalmente analizamos los diferentes tipos de añejamiento, es decir los años que este ha reposado en la barrica y las diferentes variedades de barricas que se han utilizado.


Fue una verdadera fiesta de proporciones épicas, galopante y entretenida, en la que propios y extraños disfrutaron de la aristocrática “aqua vitae” (uisge-beatha, vocablo gaélico de los antiguos celtas que quiere decir agua de vida, pues se creía que podía revivir a los muertos, la misma contemporáneamente da origen a término de whisky), para luego apoderarse y llevarse a casa el whisky o whiskey que mejor les calzaba.

Solo resta dar las gracias al IC Norte por esta iniciativa que no tiene paralelo en Bolivia, por la impecable logística del mes del whisky y por permitirme ser parte de este inolvidable viaje, hasta la próxima y Slangeva! (salud en gaélico).