martes, 16 de septiembre de 2014

El sello de la perfección; 555





Si para algunos de mis amigos, el número de la bestia resulta ser el; 666, para mí, el número celestial por excelencia, durante la noche del miércoles 20 de agosto, fue él; 555. Aquella fue una épica jornada que tengo el placer de revivir y compartir con todos ustedes, así es, todos mis camaradas de armas vitivinícolas y gastronómicas, es decir, quienes somos capaces de redimirnos cuando tenemos experiencias sensoriales sublimes.



La conspiración sensorial surge debido a que la importadora y distribuidora de vinos de alta gama; Vintage, comandada por los esposos Erika Castedo y Fernando Estacio, decidieron llevar a cabo una proverbial cata horizontal de su portafolio de vinos Chateau Los Boldos. 







 
En los preparativos previos, seguramente se cuestionaron sobre; ¿qué lugar podría ser el perfecto teatro de operaciones, para detonar tan fascinante desenlace?, no creo que hayan demorado mucho en optar por el ya legendario ristorante Michelangelo, de propiedad del prócer de la vitivinicultura y la gastronomía en Santa Cruz; Carlos Suárez, paso obligado de los peregrinos gourmet que transitan por las indomables tierras grigotanas de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, ubicado en el caso viejo histórico de una ciudad vibrante que fusiona lo retro y lo moderno, y que en el mediano plazo amenaza con revolucionar la gastronomía en Bolivia.







La cata estuvo comandada por la enóloga Sandra Lelas -quien llego exclusivamente desde el vecino Chile- y el chef anfitrión Carlos Suárez, la misma se desarrollo en el siguiente orden:

 
Chateau Los Boldos, Sauvignon Blanc 2013, de color amarillo pálido con tonos verdes, notas de piña, peras, durazno y aromas a espárragos verdes. Equilibrado, de gran frescura y una muy buena acidez.

 

Chateau Los Boldos, Cabernet Sauvignon 2013, de color rubí intenso y con matice violáceos, con notas de casis, frambuesa, menta y especiado. En boca presentaba frutos rojos maduros con un final redondo y persistente.





 
Chateau Los Boldos, Carmenére 2012, de color rojo profundo con matices azulados, en nariz presentaba mermelada de mora con chocolate negro y especias. En boca como un vino frutoso, muy bien estructurado con taninos potentes y redondos. Con una final largo y persistente con un dejo de mermelada de mora.

 

Chateau Los Boldos, Merlot 2011, a la vista de profundo color rubí con tonos violáceos, nariz se mostraba especiado, con ciruelas y frambuesa. En boca presentaba frutas rojas maduras y sobre-maduras, con una muy buena astringencia y notas provenientes de su paso por barricas de  roble francés muy elegante, suave y delicado en boca, con un final aterciopelado.



 




Chateau Los Boldos Grand Cru, Cabernet Sauvignon 2011, de color rojo oscuro muy intenso, en nariz se presentaba con notas muy intensas de casis, cedro y tabaco. En boca presentaba frutos negros y rojos maduros con una extraordinaria estructura tánica, un vino con mucho ataque, persistencia y un final armonioso y placentero.

  





 




Fue un intenso pero memorable training gastronómico y vitivinícola, en el que tanto comensales como anfitriones disfrutamos de la atención del Sommelier Oswaldo -con más de 20 años de experiencia- y nos redimimos con 5 grandes vinos, 5 delicias gourmet y de una noche 5 estrellas, una perfecta noche 555.





Texto: Romano Paz

 Cerrando la noche con un fraternal abrazo con Oswaldo


Una última postal de una noche mágica en la que no falto la buena charla



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