viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Cómo comprar vino del Viejo Mundo?


El arte y la cultura del vino europeo se decantan en temas vastos y fascinantes, por lo que el presente texto se limitará a dar algunos consejos prácticos para que quienes desean aventurarse en estos vinos con Denominación de Origen, puedan orientarse ante tan vasta y compleja oferta vitivinícola.
  
Como primera medida, cabe resaltar que el origen de la producción de un vino, es uno de los hitos más importantes a la hora de comprar una botella proveniente del viejo mundo, ya que la calidad y sus características se deben a las variedades de uva y el medio natural (geografía, terroir y clima) en el que se ha realizado la vendimia y elaborado el vino, veamos:
Los viticultores del viejo mundo tienden a utilizar una política de calidad que acentúa el consumo relativo a los vinos que son acreditados por un consejo regulador, es decir, los Vinos de Calidad Producidos en Determinadas Regiones (V.C.P.D.R), pues a los caldos provenientes de producciones vitivinícolas no certificadas, los europeos han convenido denominarlo con el apelativo de “Vinos de la Tierra”,

Resulta que cada Denominación de Origen del viejo mundo (D.O. / D.O.C. / I.P.R / etc.), posee condiciones únicas -tales como el terroir, el clima, la altitud, las variedades de cepas a cultivar, hectáreas cultivables, número de hectolitro a producir, etc.- que le permite catalogar sus productos como únicos en todo el globo.

En este sentido, los bodegueros europeos además de asociar la calidad de sus vinos a la región geográfica donde se cultivan las vides y se ensamblan los vinos (Burdeos, Borgoña, Champagne, Ribera del Duero, Douro, Porto, Montepulciano, etc.), también identifican a sus caldos con las identidades culturales que alberga la región, la historia vinícola y además las diferentes formas o métodos a los que recurren para la elaboración de sus caldos. A ello se debe que toda Denominación de Origen por regla debe ser claramente visible en la etiqueta.

Otro factor crítico a la hora de adquirir un vino es el tipo de botella en el cual este se ha envasado, ya que la mayor parte de los productores europeos pone mucho énfasis en el tipo de botella que utilizarán para su estrategia de branding (gestión de marca) y posicionamiento, por ejemplo; mientras más alargada sea la botella, esta tenderá a ser percibida como moderna, dinámica, original y elegante. Por otro lado, cuanto más ensanchada y pesada sea esta, el cliente tendera a percibir el vino como Premium o de alta gama.


Todo lo anterior encarece los costos del “packaging” (envase, embalaje, presentación y manipulació) y el trasporte, ya que una botella no solamente es más costosa por el simple hecho de ser de  diseño exclusivo, sino que también mientras más peso y mayor volumen se encarecen los costos de transporte y almacenaje.  En éste sentido, se pude afirmar que a pesar de que el precio no es un factor determinante, es un buen referente a tomar en cuenta, o díganme; ¿cuánto pagarían por un gran reserva en una botella de plástico y con un tapón de rosca?

Otro factor importante que incide en el momento de la compra es el tipo de tapón, pues los mercadólogos han desarrollado  diferentes tendencias de  acuerdo al  publico al cual está dirigido un vino en cuestión, por ejemplo; si se trata de un gran reserva dirigido a una clientela especialista, que gusta del arte, lo artesanal y tradicional, el tapón de corcho (alcornoque) de calidad se impone, por el contrario, si se dirige a una clientela modernista y liberal el tapón de Altec (plástico) es perfecto, sin embargo en países como Estado Unidos los clientes no tendrán inconvenientes con un tapón de rosca, por lo que todo depende del prisma con que se mire y el segmento de mercado al cual está dirigido el vino.

Texto: Elaboración propia

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