El presente no es un documento
académico, es producto del conocimiento que he adquirido durante las últimas dos
décadas trabajando en la industria, se trata de mi perspectiva sobre el mercado
del vino boliviano y sus proyecciones a futuro.
Producción
La producción nacional de vino de
hace 20 años no abastecía el mercado interno, cabe destacar que del año 2012 la
producción boliviana se estimaba en 2.330 has. (Centro Latinoaméricano para de
desarrollo Rural, Territorios con Identidad Cultural y Programa para el
escalamientos de innovacionnes Rurales, 2012, pág. 8), ni tampoco hoy lo abastece,
para el año 2018 la producción de Tarija abarcaba el 80% de producción nacional
con una frontera agrícola de 3996 Has. (Deutsche Gesellschaft für
Internationale Zusamme- narbeit, 2018, pág. 13). Hace más de una
década, el consumo per-cápita de vino era ínfimo (Opinión,
2012)
y sigue siendo marginal (Deutsche Gesellschaft für
Internationale Zusamme- narbeit, 2018, pág. 16). A pesar de ello la
mayoría de las bodegas tenían (y todavía algunas tienen), muchos problemas para colocar sus vinos en el Punto De
Venta (en adelante PDV), y como si no bastara con ese obstáculo, era y sigue siendo
necesario generar acciones comerciales y de marketing en los PDV para generar
la consideración, compra y recompra.
Calidad
El vino boliviano tenía muy poca
calidad, esto se debía fundamentalmente a que la filosofía de la mayor parte de
los productores estaba enfocada hacia la producción de vinos masivos y baratos,
por dos motivos, no se tenía el Know How necesario y si se tenía, el mercado
boliviano no estaba maduro para este tipo de vino. Debido a esto, más de una
bodega se vio al borde del abismo por tratar de subirle la vara a los paladares
bolivianos, demasiado criollos para ese entonces y menospreciadores del made In Bolivia.
Paradigma
Motivados por el precio y la
calidad de la producción nacional, el imaginario colectivo construye un
paradigma:
“el vino nacional es barato, pero de mala calidad, el vino importado
tiene un precio elevado, pero por defecto es de calidad muy superior”.
Como consecuencia, el consumo de vinos de calidad en su mayoría lo vienen
acaparando las etiquetas importadas. A pesar de que las importaciones se
redujeron un 43% desde 2012 a 2018, como contrapartida, se ha incrementado el contrabando
abasteciendo el 34% de la demanda (Deutsche Gesellschaft für
Internationale Zusamme- narbeit, 2018, pág. 16), misma que depende
las importaciones ya que la oferta nacional es insuficiente.
Debacle
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Degustación de vino en SCZ |
En el orden cósmico nada se crea,
nada se destruye, todo se transforma. Al respecto un adagio popular reza que;
la desgracia de uno es la felicidad de otro, y eso fue lo que pasó con el denominado
corralito argentino de 2001, el mercado boliviano en general y el
mercado de Santa Cruz en particular (la principal plaza comercial del país por
su poder adquisitivo y densidad demográfica), se vieron inundados de vino argentino
de calidad a precio de gallina muerta. Sea por curiosidad o porque la ocasión
hace al ladrón, los vinos llegaron al consumidor final y esto refino el paladar
de los nacionales, muchos subieron la escala, quemaron las naves y emprendieron
un viaje sin retorno hacia el universo vitivinícola de los vinos de calidad,
aparecen y se multiplican los clubes de amantes del vino y se refuerza el
paradigma: el vino boliviano es de mala calidad, en contrapartida el vino
argentino es accesible y sobradamente superior al nacional.
Revolución
Bolivia hace 20 años no gravitaba
y seamos sinceros, no gravita aún en el mapa vitivinícola mundial, lamentablemente
este factor de manera cuantitativa no va a cambiar debido a que tenemos un
viñedo pequeño. Según estimaciones varias, la frontera agrícola de la uva en Bolivia
al 2019 estaba por encima de las 4.000 Has., mientras que Uruguay se situaba
por encima de las 6.000 Has., Chile por encina de las 212.000 Has., y Argentina
por encima de las 219.000 Has., y como vimos anteriormente, dependemos de las
importaciones para atender la demanda interna. Sin embargo, cualitativamente
estamos experimentando un golpe de timón, veamos:
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Vinos ganadores del "Juicio de Paris" |
Todo inicia en la década de los 70,
hasta esa fecha los productores franceses habían construido el siguiente paradigma:
“solo en suelo francés se podía hacer vino de calidad”.
Por
décadas estaban acostumbrados a mirar por encima del hombro al resto del mundo
y que la mayoría de los demás productores acepten a regañadientes la consigna.
Pero recibieron un baldazo de agua fría seguido de una descarga eléctrica cuando los
vinos californianos los dejaron muy mal parado en el denominado Juicio de París (RENTER, 2016). En un abrir y
cerrar de ojos se rompió el paradigma y los productores del nuevo mundo se
atrevieron a desafiar el poderío europeo, iniciando de esta manera una
revolución vitivinícola en el nuevo mundo.
En las Américas a los Estados
Unidos le siguieron: México, Chile, Argentina y Uruguay, El benjamín de esta
liguilla es Bolivia, resulta que hace poco más de un par de décadas algunas
bodegas nacionales comenzaron a cambiar de manera pausada su filosofía de
producción de vinos masivos a vinos de calidad, como esto es un proceso que
requiere de años para que la vid tenga la edad suficiente para producir vino y
además requiere de un aprendizaje continuo por parte de los bodegueros, es que
recién a finales de la primera década del siglo XXI vemos los resultados y
aparecen en el mercado los primeros vinos icónicos del país, iniciando un fuego
cruzado y a discreción de largo aliento que se mantiene hasta la fecha con una
intensidad en escalada, lo que ha permitido ampliar formidablemente el universo
vitivinícola del país en los últimos años.
Adaptación
La mayor parte de las variedades
de vid que existen en el mundo, han sido desarrolladas por selección artificial
en Europa, las mismas durante siglos han evolucionado para adaptarse a determinadas
condiciones de suelo, clima e intensidad lumínica. Los productores del Nuevo Mundo,
a la sombra del decano de la vitivinicultura mundial, han importado en su
mayoría variedades francesas. Mediante el método de prueba y error, han ido descubriendo
las variedades que mejor se adaptan a sus viñedos. En Bolivia se están logrando
grandes vinos con variedades como Petit Verdot, Marselan, Cabernet Franc, pero
la joya de la corona es la Tannat, que por ahora es nuestro buque insignia. A
la fecha …Muchos viñedos apuestan por la varietal Tannat para que le dé a
Bolivia una identidad internacional especial (Pett, 2018). La Tannat ha
desatado una carrera armamentista entre los productores, donde el gran ganador
es naturalmente el consumidor. Hemos emergido como serios retadores del Tannat
uruguayo, nada menos que la primera potencia mundial en la variedad.
Altura
Sin una precisión meridiana (ya
que todas las reglas tienen sus excepciones), el común denominador es que,
tanto en el hemisferio norte, como en el hemisferio sur, las zonas
tradicionales de producción vitivinícola se encuentran ubicadas entre los
paralelos 30° y 50°, puntos intermedios entre los Polos y la Línea del Ecuador,
zonas que se caracterizan por tener un clima templado y con determinada
amplitud térmica en primavera y verano.
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Viñedos de Casa Real |
En nuestro caso,
estamos fuera de la zona tradicional, sin embargo, conspira en nuestro favor
que Bolivia sea un país con una súper loca geografía, esto se lo debemos a la
Cordillera de los Andes, misma que atraviesa nuestro país de sur a norte
dejando al descubierto un pasado geológico violento, y a nuestra proximidad con
la mitad del mundo: El Ecuador. Producto de esta simbiosis tenemos zonas
habitables y cultivables por encima de los 4000 m.s.n.m., es debido a estos dos
factores que en varios de nuestros valles meso-andinos se generan las
condiciones para poder producir la vitis vinífera, con la siguientes singularidades:
En Bolivia la regla es la anomalía, tenemos pequeños viñedos asentados en el
sur del país, zona del Chaco (frontera con Argentina), con un promedio de 600
m.s.n.m,, donde desde hace unos años se está produciendo uva para consumo
fresco, por ahora (Yacuiba se consolida en la
producción de uva de mesa, 2018). El resto de los
viñedos están por encima de los 1600 m.sn.m., que no es un detalle menor, veamos:
Debido a nuestra cercanía con el “paralelo
0” y nuestra posición de altura, nuestras vides están expuestas a una mayor
intensidad lumínica, mismas que como mecanismo de defensa ante el incesante
bombardeo de la radiación Ultra Violeta, desarrollan una piel más gruesa, cabe
destacar que la piel entre diferentes factores, contiene el aroma, el sabor, buena
parte del tanino y el color del vino. Por otro lado, al contar con un clima sub
andino, tenemos una mayor amplitud térmica en primavera y verano, lo que nos
permite tener un periodo de maduración más extenso. Gracias a lo anterior, las
vides que se adaptan a estas condiciones tienden a resultar en vinos muy
generosos en aroma y sabor, además con acidez y taninos bien balanceados.
Singularidad
Si bien la producción nacional es
limitada, la misma data desde la época colonial: Esta industria forjo un
legado social cultural y económico que dejo profundas huellas y son parte de la
identidad de la gente de esa región, y por supuesto de sus vinos (Roig, 2014). Actualmente
nuestros bodegueros están dando pasos con pies de plomo en el mercado de los
vinos de calidad, como es virtualmente imposible que lleguemos a exportar en grandes
cantidades hacia los cuatro puntos cardinales del planeta, eso nos da las siguientes ventajas competitivas y
comparativa: Somos un destino enoturístico con vinos exóticos (tomad nota
expertos, exploradores y aventurero), por lo que para beber nuestros vinos
habrá que viajar a Bolivia o en su defecto abastecerse en los pocos PDV (tiendas
especializadas y restaurantes), que disponibilizaran nuestros vinos en el
extranjero. Actualmente bajo ese esquema, bodegas como la cruceña: vinos 1750-Uvairenda y
las tarijeñas como; Kohlberg, Kuhlmann, Aranjuez y Campos de Solana, cada una siguiendo un modelo de negocio propio han
consolidado nichos de mercados fuera de nuestras fronteras, ahora el vino boliviano tiene presencia en Estados Unidos, Brasil,
Europa y China, donde poco a poco comienza a servirse en bares y restaurantes (El experto holandés que creyó en el
vino boliviano, uno de los mejores del mundo, 2018)
Despegue
En la última década la mayor parte de los vinos más emblemático del país
han ganado una serie de medallas en concursos internacionales de alto prestigio,
mismos que son avalados la OIV, y adicionalmente bajo la
consigna de vinos exóticos y boutique han conquistado destacados PDV fuera de nuestras fronteras, como resultados los compatriotas que tenían la
vista perdida en horizonte volcaron su mirada hacía el kilómetro cero. Por otro
lado, muchos de los jurados internaciones quedaron sorprendidos porque ni
siquiera sabían que en Bolivia se elaboraba vino. El benjamín de la liga va
ganando prestigio y reconocimiento interno y externo, despertando la curiosidad
y el interés (Once Másters of Wine realzaron
los vinos tarijeños, 2018), lo que genera
oportunidades de negocio, mismas que concluyo se van a ir concretando sin prisa,
pero in pausa.
Umbral
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Cata de vinos bolivianos |
El vino made in Bolivia es hoy
por hoy una cuestión de orgullo nacional, se ha invertido la tendencia,
cada vez se vende más vino boliviano y menos vinos importados, el océano azul
en el que navegaban tranquilamente las etiquetas de vino importado de mayor
consumo en Bolivia, ven como de a poco las aguas se ponen turbulentas y se van tiñendo
de rojo, el vino nacional ahora compite en todas las categorías del mercado con
excelentes resultados (hace un par de décadas, era impensable que un vino
boliviano tuviera un precio de bodega por encima de los 30 USD). En el pasado,
el problema principal de la mayoría de las bodegas era colocar y hacer rotar el
vino, en los últimos años, el problema de las bodegas que tienen etiquetas en
el selecto grupo los vinos icónicos del país, son los quiebres de stock,
problema virtuoso, pero problema al fin de cuentas.
Motivados porque la demanda de
estos vinos de calidad viene superando a la oferta, han tenido que limitar sus
ventas y discriminar PDV´s. Contrario a lo que padecen muchas bodegas de Chile
o Argentina, donde la consigna suele ser exportar o morir.
Conclusiones
- La competencia y la diversidad es
sana, todavía se tiene mucho por hacer en materia de I+D, por lo que en los
próximos años veremos muchas más etiquetas nacionales.
- El mercado interno es grande y todavía
tiene mucho potencial, se debe de ampliar el consumo per cápita para mantener
el mismo como un océano azul.
Recomendaciones
- Las bodegas deben de recoger
permanentemente información de los consumidores finales, para adecuarse a sus
exigencias, perfiles, poder adquisitivo y gusto.
- Se debe de incrementar la
frontera agrícola de la vitis vinífera, haciendo foco en los vinos de calidad.
- Se debe de potenciar la imagen
del vino boliviano como algo exótico y como un tema de orgullo nacional
- Las bodegas deben de dar el gran
salto cuántico, identificando mercados naturales y mercados potenciales, para
formar y enviar la primera camada de Export Managers.
Autor:
Romano Paz
Centro Latinoaméricano
para de desarrollo Rural, Territorios con Identidad Cultural y Programa para el
escalamientos de innovacionnes Rurales. (2012). Valorizando y Articulando
Territorios con Identidad Cultural y. La Paz.
Deutsche
Gesellschaft für Internationale Zusamme- narbeit. (2018). PEVI TARIJA 2040.
La Paz. Obtenido de
https://www.bivica.org/files/plan-estrategico-vitivinicola.pdf
El experto holandés que
creyó en el vino boliviano, uno de los mejores del mundo. (28 de 09 de 2018). Notiamérica.
Recuperado el 15 de 04 de 2020, de
https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-experto-holandes-creyo-vino-boliviano-mejores-mundo-20180928155503.html
Once Másters of Wine
realzaron los vinos tarijeños. (9 de Abril de 2018). Diario El País.
Recuperado el 2 de Abril de 2020, de
https://elpais.bo/once-masters-of-wine-realzaron-los-vinos-tarijenos/
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Roig, F. (2014). La
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Yacuiba se consolida en
la producción de uva de mesa. (2018). Diario Mayor El Deber. Recuperado
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https://eldeber.com.bo/97048_yacuiba-se-consolida-en-la-produccion-de-uva-de-mesa