Hace poco menos de un año recibí
la provocación de mi amigo Pablo Laguna para armar un curso privado de cata de
vinos, sin vacilar mucho decidí aventurarme en tan lúdico proyecto, por lo que durante
los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2015, me reserve las noches de
los días lunes para sumergirme en el mundo del vino.
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Arme una ruta crítica de
varios encuentros, que se sucedieron más o menos de la siguiente manera:
- En una primera etapa nos sumergimos en la historia del vino, revisando sus orígenes en la antigüedad y como esto se vio reflejado en el arte, la medicina y la mitología durante siglos.
- En una segunda etapa revisamos la literatura, los avances científicos, las técnicas modernas de vinificación y los tipos de vinos que son producidas en los cuatro puntos cardinales del globo, valga decir los vinos del viejo y del nuevo mundo.
En catas horizontales y
verticales valoramos los tradicionales vinos tranquilos: tintos, rosados y
blancos. Pero además valoramos vinos en sus versiones “gasificados” y “espumantes”,
y en contrapartida los “late harvest” y “fortificados”.
En cada uno de los
encuentros llevamos a cabo un maridaje, por lo que también tuvimos experiencias
gastronómicas sublimes.
Al termino del curso nos percatamos
que sin pretenderlo, “el vino nos había hermanado” y como toda buena familia no
podíamos simplemente decirnos; “adiós y suerte en la vida”, por lo que nos
hemos constituido en una “fraternidad”, a la fecha hemos realizado varias catas
y maridajes para ampliar de manera conjunta nuestro abanico de conocimientos
vitivinícolas y gastronómicos.
En el último cónclave nos
lazamos a valorar los vinos del viejo mundo, para la ocasión el maridaje estuvo
bajo la tutela de Pablo Laguna, quien nos preparó un exquisito lomo de “Cerdo
en reducción de Malbec” y “Patatas al Romero”. Al finalizar la ardua jornada, por
unanimidad llegamos a la conclusión de que todavía nos queda mucho camino por
recorrer, así que hay frater pa rato.
Texto: Romano Paz